La frescura del limón se combina con la intensidad del vinagre balsámico en un glaseado con un rico aroma aromático.
Gracias a su practicidad de uso y su equilibrio entre la acidez moderada y la dulzura inconfundible del mosto cocido, facilita la guarnición, la finalización y la creación de grandes contrastes de sabor en cualquier plato, desde el plato principal hasta los postres. Una amplia gama de sabores, desde la frescura y delicadeza de las frutas de temporada hasta la fragancia predominante y única de trufa y hongos porcini.
Con vinagre Balsámico de Módena IGP.