Comenzó en 1894, cuando Eugène creó la receta de una pequeña oblea a la que naturalmente llamó «blondinette». Su hijo, Pierre, lo sucedío y agregó a las tablas de «Blondinettes» tablas de una nueva oblea estampada con una frase elegante… Nació la oblea divertida!
El día en que, mayoritariamente en sus ochenta años, ya no consiguió levantar las grandes tinas que contienen la receta secreta, pasó la antorcha a una de sus fieles trabajadoras, Josette.
Hoy Gracias a Jossete tenemos el privilegio de disponer de esa receta.