Diamante de Sal Rosa Del Himalaya molida (Pakistan)

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Proveniente de las minas de Khewara, en el corazón del Himalaya, nos llega esta maravilla de la naturaleza, una sal pura que ha permanecido aislada de la contaminación terrestre durante millones de años, se trata de una sal seca y muy rica en hierro. Apropiada para sazonar y alegrar saludablemente todo tipo de platos.

¿En qué platos deberías utilizar cristales de sal de diamante?

Los finos cristales de sal del Himalaya combinan la delicadeza y la fusión de los diamantes de sal que atraerán a todos los gourmets que buscan nuevos sabores. ¡Este diamante de sal es un ingrediente práctico y original para tus recetas! Lo mejor es añadirlo al final de la cocción para conservar todos los aromas. Sal como de costumbre, sin exceso, para un equilibrio ideal de sabores.

¿Cómo utilizar cristales de sal de diamante?

Nuestras ideas de recetas para usar diamantes de sal de cristal en tu cocina:

• galletas de diamante de sal: da 1 vuelta de molinillo a tus galletas antes de meterlas en el horno (encuentra la receta completa a continuación);

• galletas de mantequilla con sal de diamante: añade 1 cucharadita de sal con diamante a tu masa de mantequilla;

• los tournedos y su toque de sal: después de cocinar los tournedos, añade 1 vuelta de diamante de sal cristal por encima;

• ensalada de tomate: dale 3 vueltas al molinillo sobre tus tomates y disfruta;

• papillotes de salmón: antes de cerrar sus papillotes, dé 1 vuelta de molino a su salmón;

• tarta de verduras soleada: coloque las verduras sobre la masa de tarta y dé dos vueltas con el molinillo antes de meterla en el horno.

La receta de las galletas de diamantes con sal cristalina.

Ingredientes

1 huevo ;

85 g de azúcar;

85 g de mantequilla;

150 g de harina;

100 g de chispas de chocolate amargo;

1 cucharadita de levadura en polvo;

1 cucharadita de azúcar moreno de vainilla Terre Exotique;

1 ronda de molino de diamantes de sal en cristales Terre Exotique.

Realización

En una ensaladera añadir la mantequilla cortada en trozos, el azúcar, la harina, el huevo y el azúcar moreno de vainilla y mezclar a mano. Luego agrega la levadura y las chispas de chocolate amargo y forma una bola. Corta la masa en bolitas y luego colócalas en una bandeja para hornear cubierta con papel de horno. Una vez colocadas todas las bolas en la placa, dales unas vueltas con el molinillo y hornéalas durante 8 a 10 minutos a 180°C. Después de unos minutos, ya puedes pelarlas para comerlas.

Aromas frescos y discretos, para un delicado diamante de sal.

A diferencia de la sal marina, la sal del Himalaya no está yodada y es un poco menos salada. Ligeramente más seco y crudo, realza el sabor de tu plato sin enmascarar los sabores de la comida. Su textura es muy fina y fundente, ideal para degustar. Su sabor es un poco menos salado que la flor de sal y su estructura es ligeramente más seca, lo que permite su uso en molino. Su sabor neutro combina con todo. Su color puede variar del rosa al rojo dependiendo de su contenido en hierro. Esta sal terrestre tendrá su efecto tanto por su aspecto visual como por su sabor.

El diamante, un tesoro natural de Pakistán

Nuestro diamante de sal rosa procede de vastas minas de sal situadas en el Himalaya, en el norte de Pakistán. Llamadas Khewra, estas minas albergan nada menos que 6,7 mil millones de toneladas de sal… ¡Un verdadero tesoro bajo la montaña! Hasta la fecha se han excavado 220 millones de toneladas. Este producto extraído manualmente se transporta a través de los largos pasillos de las minas hasta que amanece. En realidad, es sal marina fosilizada tras la formación de la cordillera del Himalaya hace varios cientos de millones de años. Prisionera bajo las montañas, esta sal se llama “minera” o “gema” porque forma diamantes. Es su alto nivel de magnesio y hierro lo que le da su tinte rosado.

Un diamante de sal en bruto que guarda miles de años de historia

¡El diamante de sal en cristales, joya del Himalaya!

La historia del diamante de sal se remonta a 200 millones de años. La cordillera del Himalaya nació de la colisión de las placas Indoaustraliana y Euroasiática que provocó la desaparición del océano Thetys que las separaba. La lenta evaporación de las aguas de este océano ha dejado estos cristales de sal de color rosa, ricos en minerales y oligoelementos. Alejandro Magno fue el primero, alrededor del año 350 a.C., en traer esta preciosa sal desde Cachemira a Europa. En la antigüedad estaba reservado a deidades y emperadores. Hasta finales del siglo XX, los caravaneros, con mujeres y niños, transportaban sal a lomos de yaks para intercambiarla por cereales u otros alimentos básicos. Así, en el Himalaya, el hombre y el yak se habían vuelto inseparables. Sin pieles, leche, carne, cuero y estiércol de yak, el hombre no podría sobrevivir.

Información adicional

ESPECIAS

BOTE CRISTAL 90 g., BOLSA 200 g.